Una gran cantidad de fragmentos de rocas espaciales, producto de la colisión de una nave de la NASA contra un asteroide, podría ser el origen de una nueva lluvia de estrellas que impactaría tanto la Tierra como Marte.
Esa es la conclusión de un nuevo estudio que analizó las consecuencias del experimento de la nave DART, que chocó de forma intencional contra el asteroide Dimorphos para probar la capacidad de la humanidad de redirigir objetos espaciales potencialmente peligrosos que representen una amenaza para el planeta.
Las consecuencias de DART
El experimento de la sonda espacial Double Asteroid Redirection Test (DART) de la NASA concluyó cuando la nave se estrelló deliberadamente contra el asteroide el 26 de septiembre de 2022, a unos 24,000 km/h.
Este impacto, a más de 11 millones de kilómetros de la Tierra, no solo alteró la trayectoria del asteroide, sino que también cambió la duración de su órbita alrededor de su asteroide compañero Didymos en unos 30 minutos y hasta modificó su forma.
Además, demostró que este tipo de acción, un impacto cinético, es una opción potencialmente viable para proteger al planeta.
Tras el choque, se lograron obtener algunas fotografías del evento, donde se observó una gran columna de escombros expulsados al espacio y más de una docena de rocas grandes, algunas de ellas con el potencial de estrellarse contra Marte en algún momento futuro.
Aunque no se esperaba que ninguno de estos …