La industria de los videojuegos es una de las más lucrativas allá fuera, superando incluso a la del cine y la televisión. No es ningún secreto que los desarrolladores y publishers más reconocidos en el mundo generen cifras multimillonarias año tras año, pero desafortunadamente gran parte de estas cantidades va dirigida a los alto ejecutivos y no tanto a los empleados generales. En el caso de Blizzard, decidieron que ya era hora de hacer algo al respecto.