Son muchas las historias que se han contado sobre la forma en la que Elon Musk trabaja en su día a día. Levantar grandes empresas no parece tarea de quienes trabajan poco. Hemos escuchado relatos sobre cómo ha llegado a trabajar más de 100 horas semanales, durmiendo incluso en la oficina para ser más productivo. Algo que, además, no ha dudado en exigir a sus empleados.
Pero parece que esas historias son más propias de libros de autoayuda que de la realidad. Y es que el grupo de inversores que está detrás de Tesla no ve tan clara esa dedicación extrema.
Los inversores lo tienen claro: necesitan a Musk en Tesla
De hecho, en una carta enviada a la junta directiva han hecho una petición poco habitual: quieren que Musk dedique al menos 40 horas semanales a dirigir Tesla, lo que indica que, a día de hoy, no está tan presente como se esperaría. Todo esto en un momento donde las ventas de la compañía no atraviesan su mejor etapa.
El debate sobre el compromiso real de Musk con sus empresas lleva tiempo en el aire, especialmente desde que empezó a involucrarse más en política. Su implicación en apoyar el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha hecho saltar las alarmas entre los accionistas, que lo ven cada vez más alejado de la gestión activa de sus compañías, lo que podría estar detrás de parte de los problemas actuales.
La carta, firmada …