El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) atraviesa una de las mayores crisis de funcionamiento de su historia reciente: a pesar de haber experimentado una inversión millonaria para modernizar su sistema informático, los problemas técnicos y la frustración tanto del personal como de los usuarios afectados se han intensificado.
Y es que la implantación del nuevo sistema 'ALMA', no sólo no ha solucionado los déficits de la antigua plataforma informática, sino que ha desencadenado un colapso en la productividad del organismo, según los sindicatos.
Una petición en Change.org, publicada hace dos meses por alguien que dice ser "empleado de una oficina de prestaciones", es contundente en su descripción de lo que ocurre dentro del SEPE:
"Cada día es una lucha constante contra el programa informático actual del SEPE, ALMA. Nos está dando muchos problemas y ralentiza nuestro trabajo, impidiendo brindar un servicio adecuado a los ciudadanos. Tramitar las prestaciones con la celeridad que se requeriría es casi imposible, ya que el programa funciona mal, tiene muchos errores y cada día aparecen nuevos fallos".
Pero también desde los sindicatos llegan declaraciones en primera persona que respaldan a ese empleado. Así, Fraçoise Calvo, trabajadora del SEPE y delegada de UGT, afirma que
"El sistema está caído cada dos por tres. La gente está desesperada, no puedes hacer nada. Estás con una persona en la oficina, se cae el sistema y no le puedes terminar el expediente".
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