La Administración Espacial Nacional China (CNSA) ha confirmado la llegada a su órbita de trabajo de Queqiao, el satélite que hará de relé de comunicaciones entre el control de la misión y el aterrizador y el rover de la misión Chang'e-4 a la cara oculta de la Luna.
Quequiao estará en una órbita de Lissajous alrededor del punto de Lagrange L2 del sistema Tierra–Luna, lo que le llevará a una distancia de entre 65.000 y 80.000 kilómetros de la superficie de nuestro satélite. El punto L2 se corresponde a una zona del espacio en la que la gravedad de la Tierra y la Luna «se anulan» entre ellas, con lo que es necesario muy poco combustible para mantener una órbita estable en él. Además, permite a Quequiao tener durante casi todo el tiempo línea de comunicación directa con la Tierra y la superficie del lado oculto de la Luna. Es la primera vez que colocamos un satélite en esa órbita para hacer de relé de comunicaciones, aunque la idea ya fue propuesta por Robert Farquhar, un especialista en diseño de misiones de la NASA, hace más de 40 años.
Ahora viene la fase de comprobar el funcionamiento de sus sistemas de comunicaciones, indispensables para que la misión Chang'e-4 pueda ser llevada a cabo con éxito. Su lanzamiento está previsto para noviembre o diciembre de 2018
A bordo de Queqiao va también el instrumento NCLE, de Netherlands Chinese Low-Frequency Explorer, diseñado en colaboración con los Países Bajos, aunque no se activará …