Las Finales de la NBA de 1988 concluyeron la temporada 87-88 de esta liga de baloncesto con la vitoria de Los Ángeles Lakers, campeón de la Conferencia Oeste, sobre Detroit Pistons, campeón de la Conferencia Este. Steven Galanis, un bebé que acababa de ganar el Sweetest Baby Contest de Chicago llegaba a Hawaii con sus padres y abuelos. Un idílico paraíso en el que Magic Johnson, uno de los mejores baloncestistas de la historia y flamante estrella de los Lakers, descansaba.
La abuela de Galanis, al encontrarse con semejante genio del deporte, no lo dudo: quería que se hiciera una foto con su nieto. Pero él no quiso, le pidió por favor que no hiciera fotos. Dio igual, la abuela del bebé se lo puso encima y al mágico jugador no le quedó más remedio que sostenerlo. El padre del retoño, fotógrafo profesional, inmortalizó la escena en la que niño y estrella compartían cara de asombro.
La anécdota con Magic Johnson terminó con el bebé que la protagonizó fundando una empresa especializada en vídeos de famosos personalizados para sus fans de la que ahora el exbaloncestista forma parte
Aunque la historia no había acabado: faltaba un recuerdo todavía mayor.
En busca del recuerdo de la estrella
El padre del entonces bebé de 7 meses recorrió la isla, cuenta el propio Steven Galanis en un hilo de tuits, en busca de un establecimiento abierto de revelado de fotografías. Encontró el …