Es ampliamente conocido que las dos principales fabricantes de smartphones en el mercado son, sin lugar a dudas, Apple y Samsung. Ambas empresas compiten por lanzar los modelos mejor valorados y con las mejores funciones, así como por superar las herramientas que la otra presentó con anticipación.

Sin embargo, en 2012 la relación entre ambas empresas era tensa, hasta el punto de que Apple demandó a Samsung. El centro de la disputa fueron patentes de tecnología, que la compañía norteamericana consideraba que los surcoreanos habían infringido. Como parte de su defensa, Samsung mostró correos en los que Steve Jobs tomaba inspiración de uno de sus productos para los primeros diseños del iPhone.

Dicho modelo era el Samsung SGH-E910, un dispositivo olvidado por la historia de la tecnología que, a mi parecer, parecía que no tendría éxito. Era un teléfono plegable que integraba una curiosa distribución de los números y letras, ordenados en un círculo orientado en el mismo sentido que las manecillas del reloj.

Este diseño llamó la atención de uno de los personajes más importantes de la tecnología, Steve Jobs. En el correo liberado por Samsung se muestra que Jobs tenía intenciones de replicar la distribución de los botones que el SGH-E910 implementó:

"Esta podría ser nuestra respuesta. Podríamos poner el teclado numérico alrededor de nuestro clickwheel. Por supuesto, podemos orientarlo como un reloj, con tres, seis, nueve y * en las posiciones horizontales y …