Si algo ilustra las contradicciones entre una clase política mayoritariamente anclada en el pasado y el poder de la web social es el fallido golpe de estado en Turquía de la semana pasada. Recep Tayyip Erdoğan, un mandatario efectivamente elegido en unas elecciones democráticas, pero con un horrible pasado teñido de la peor censura de las …