Hace ya unos cuantos días en los que España entera se quedó sin luz durante varias horas. Y no nos engañemos: hoy en día dependemos del iPhone para todo: pagar, hablar, saber incluso a dónde ir... Todos nos quedamos sin saber muy bien qué hacer cuando vimos que no había luz y, en otros muchos casos, tampoco cobertura. ¿Cómo aviso que ha pasado esto a mi jefe? Y lo peor, ¿cómo me entero de qué está pasando? Justo en esta situación me salvó un as bajo la manga: la doble SIM. Un pequeño truco que me ha solucionado la vida muchas más veces de las que pensaba, y que recomiendo a cualquiera que quiera evitar sustos.
Lo del apagón es solo una de muchas. Porque esto de llevar dos líneas en el iPhone, una física y una eSIM, me ha salvado en la carretera, en conciertos con la red saturada, en centros comerciales o simplemente cuando tu operador no tiene cobertura en el sitio más insospechado. Así es como esta apuesta que empezó como "a ver si separo trabajo y vida personal" se ha convertido en mi seguro digital.
Por qué llevo dos líneas en el iPhone: la historia detrás del truco
Siempre he sido de Vodafone, de toda la vida. Número de toda la familia, WhatsApp, bancos, todo por ahí. Pero cuando me hice autónomo y empecé a trabajar en serio en la calle, redactando, grabando vídeos o haciendo streamings para clientes, noté que lo de depender de una …