Además de su trabajo como astrónomo, Johannes Kepler escribió 'Somnium', un fascinante relato de ciencia ficción acerca de un viaje a la Luna, con contacto extraterrestre incluido.
“Los cielos repasé, mientras que ahora repaso las tinieblas de la tierra: en los cielos la mente se encerraba, tirado queda el cuerpo como sombra”. Antes de que la fiebre le arrebatase la vida de forma prematura, con 58 años, Johannes Kepler, astrónomo fascinante, puente -junto con Tycho Brahe- entre el antiguo misticismo y una ciencia lógica que luchaba por abrirse camino, tuvo tiempo de componer ese hermoso epitafio.
Quizás así, a través de su poderosa creatividad e inteligencia, suplía las secuelas que le había dejado en los ojos la viruela que padeció cuando era niñoUn par de líneas con las que el alemán se define un amante del firmamento. Al igual que Ptolomeo, Copérnico, Brahe o Galileo, Kepler alzó su vista e instrumentos de medición hacia las estrellas. Durante buena parte de su vida sin embargo también sondeó los cuerpos celestes con la imaginación. Quizás así, a través de su poderosa creatividad e inteligencia, suplía las secuelas que le había dejado en los ojos la viruela que padeció cuando era niño.
Kepler no solo es un astrónomo decisivo, autor de Astronomia nova (1609) o Harmonice Mundi (1619), pieza clave en la publicación de las Tablas Rudolfianas y artífice de sus famosas leyes del movimiento planetario. Para grandes como Isaac Asimov o Carl Sagan inauguró además la literatura de ciencia ficción.Varios siglos antes de …