En América del Sur, hay un país que está trazando su camino hacia el dominio económico global. Un ambicioso megaproyecto, una economía en constante ascenso y una estrategia de crecimiento bien definida lo colocarán en el top 5 de las superpotencias en 2050. Su PIB superará al de Rusia y Japón, y con una megaobra más grande que el canal de Panamá, cambiará el comercio mundial para siempre.