Lo que antaño era una costumbre arraigada, ha caído en el olvido: ¿por qué hemos dejado de encontrarnos con demos de videojuegos?
¿Alguien se acuerda de las demos de videojuegos? Esas versiones de prueba que algunas compañías y estudios desarrolladores ponían a disposición de los jugadores; hubo una época en la que todos buscábamos con recelo la última revista llegada al kiosko al incluir alguna de estas versiones en disco para, poco a poco, con la llegada del internet a las consolas, acceder a ellas en Xbox Live, Playstation Network, la eShop de Nintendo (aquí con limitaciones de uso, ojo) o Steam.
Las demostraciones de antaño han dado paso a las alfas y betas jugables
El uso de una versión de demostración es evidente y no debería requerir demasiada explicación. Antes de que el juego llegara a las tiendas o, en la mayoría de ocasiones, con éste ya a la venta, jugar una demo era el modo perfecto de ver qué es lo que dicho proyecto tenía que ofrecer. Además, en el caso del PC, es el modo idóneo de comprobar el rendimiento del título en un hardware determinado con tal de no llevarse problemas desagradables (algo a lo que, por desgracia, han terminado sustituyendo los Steam Refunds).
Es cierto que siguen llegando, con cuentagotas, demos de distintos juegos. Si hablamos de proyectos destacables contamos con la ya clásica demo de FIFA y algún que otro juego deportivo como los NBA Live o NHL (NBA 2K no ha lanzado demo este año) y excepciones …