Uno de los casos más problemáticos del año en software lo ha protagonizado la Windows 10 October 2018 Update, con la estrella del show siendo el borrado de archivos producido en algunos ordenadores que la instalaron en las primeras horas. Ante la avalancha de críticas, Microsoft frenó la propagación de la actualización, y no la reanudó hasta la quinta semana, hace justo un mes.
En el momento de relanzar la actualización 1809, la compañía afirmó que habían dado pasos para mejorar las actualizaciones a partir de ese momento y que estaban más que comprometidos que nunca con la calidad del software. Para lograrlo, contaron que ralentizarían las instalaciones de actualizaciones. Dispositivos que pudieran presentar futuros problemas de compatibilidad no actualizarían, incluso cuando se pulsara de forma compulsiva "Buscar actualizaciones" en Windows Update.
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El peor enemigo de Windows 10 es Windows Update
Tipos de actualizaciones y problemas relacionados
Las palabras exactas eran que incluso para los ávidos buscadores de actualizaciones, la función de despliegue de novedades del botón de Windows Update estaría limitada y sería más lenta. Sin embargo, según un comunicado de Microsoft donde detallan los tipos de actualizaciones, la compañía muestra que en la práctica que no ha habido cambios, al mencionar que las actualizaciones del tipo "C" y "D", que son "previews" que contienen arreglos de funciones que no son de seguridad, pueden llegar a los equipos mediante "Buscar actualización".
De esa forma …