La llegada de Vodafone a los e-Sports es una gran noticia para el sector, pero no ha sido la primera. Ni será la última.
A pesar del entusiasmo por parte del público, de evento sociales muy enfocados al mundillo o de apuestas más o menos interesante por ex-jugadores a título personal, los e-Sports (todavía) no gozan de un gran popularidad en España. En pocas palabras, siguen siendo un deporte de nicho, puro y duro. No obstante, de un año a esta parte, el interés por este new age del deporte electrónico, propiciado por los MOBAs y, en menor medida, por los títulos competitivos clásicos, están haciendo a muchas grandes compañías e instituciones replantearse su relación con los e-Sports en España.
El interés, conforme los e-sports se van convirtiendo en populares, va creciendo y, de pronto, parece que todos quieren formar parte de este nuevo universo que se espera en pocos años sobrepase a las mayores competiciones deportivas físicas del mundo en espectadores y movimiento de capitales. Y por supuesto, todos quieren un trozo aunque sea pequeño, de pastel futuro que representa esta nueva corriente deportiva.
De hecho, se espera que el futuro muevan tanto dinero que se constituyan, en el agregado, como el deporte más líquido de todos, con una nueva generación de consumidores que han crecido viendo sus nuevos deportes en la pantalla del móvil frente a la de los partidos en el bar. Y muchos están preocupados. Francia ya ha anunciado que regulará el sistema de premios y la forma en …