Las quinielas del mundo ya tienen sus apuestas para ver quién será el nuevo CEO de Uber, un cargo que traerá muchos dolores de cabeza al que lo ocupe.
Hace algo más de dos meses que se anunciase la renuncia, obligada en términos generales, por parte del CEO de Uber: Travis Kalanick. Lo que en un principio tenía el pretexto de una salida temporal con el objetivo de calmar los ánimos dentro de la compañía, –el anunció coincidió con los resultados de la investigación sobre acoso sexual que se venía resolviendo desde prácticamente principios de año y que, hasta la fecha, aún no ha visto la luz- ha terminado convirtiéndose en algo absolutamente permanente. Sin embargo, a la junta directiva que decidía la marcha de su líder le faltó tiempo para aclarar que su salida de ningún modo sería temporal; era una decisión definitiva y completamente vinculante al menos en un medio espacio de tiempo.Entre todas ideas que se tuvieron en cuenta para la salida de Kalanick de su puesto estaba la que el propio CEO había explicado en varias ocasiones: su puesto, teniendo en cuenta las circunstancias de la empresa, tenía una serie de responsabilidades vinculadas a la toma de decisiones que al fundador de la compañía se le quedaban grandes.
Una vez emitida la renuncia todas las quinielas apuntaban a la misma persona: el co-fundador de Uber. Garrett Camp, siempre en la sombra tomando decisiones de carácter técnico, se posicionaba como uno de los posibles con más opciones. Estas …