Ya analizamos el asunto desde la perspectiva pesimista. Ahora elucidemos si todavía existe esperanza de que la libertad de la voluntad exista.
Destruir suele ser más fácil que construir. Puedes pasar toda tu vida estructurando tu reputación política, solo para verla pulverizada en un segundo, como le pasó al desafortunado Howard Dean. Gastar años de esfuerzo haciendo un edificio para que colapse durante un terremoto de diez segundos de duración. Sin embargo, en la filosofía tenemos la ventaja de que podemos destruir una creencia errada primero, para después comenzar a construir, como se debe, un sistema de proposiciones. En el artículo pasado (lectura recomendada antes de dedicarse a este) expusimos los argumentos más contundentes contra el libre albedrío. Ahora que ya sabemos que la libertad no es algo dado ni obvio, podemos empezar a idear una base sólida para nuestros nuevos pensamientos.
Le agradezco a los individuos que reaccionaron en Facebook con una carita enojada, lo que simbolizaba una petición para este artículo de refutación es bueno saber que existe interés de las dos partes por investigar estos temas, lo que me motiva a escribir muchos más artículos de este tipo en el futuro. Ahora, vamos a ello.
5. La filosofía busca la verdad desde la razón, la lógica y la intuición. La teología lo hace a través de la feEl hombre que brilla que ven arriba es Santo Tomás de Aquino, el filósofo y teólogo más celebrado de todo el cristianismo y de la época medieval en general. Fue el encargado …