Es común escuchar que Elon Musk es un niño con demasiado poder, un genio capaz de fundar PayPal, Neuralink o SpaceX, plataformas y servicios que han cambiado nuestra historia moderna. Pero no tantas veces se escucha algo similar sobre Steve Jobs, alguien quien poseyó cierta prerrogativa por ser, ante todo, el genio fundador de Apple.
La historia de Apple es el relato de un éxito sin precedentes. Pero también es la historia asociada a su fundador, Steve Jobs, un niño adoptivo que abandonó la universidad al primer año y comenzó a rodearse de genios para sacar lo mejor de ellos, como llegó a ilustrar en 'Make Something Wonderful', sus memorias autorizadas.
Steve Jobs cuando aún era Steven Paul Jobs
Jobs lo cambió todo. La forma en la que escuchábamos música, la forma en la que llegamos a entender la telefonía —y, por ende, la comunicación humana— e incluso nuestra perspectiva de la industria de la animación, con Pixar, o del teletrabajo, con el iPad. Y sus máquinas fueron determinantes incluso en el desarrollo del protocolo WWW, el que dio forma al internet moderno.
Sin embargo, durante años se filtraron comentarios que hablaban de una persona desordenada y un tanto abusiva, problemática desde un punto de vista social, de acuerdo con varios comentarios recogidos por Bussiness Insider. Un privilegiado que casi muere en su propio coche y que rara vez se puso en el lugar del otro una vez alcanzó la cima.
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