Fue bonito mientras duró.
A comienzos de siglo, el rostro de Apple no era tan lúcido como ahora. Tras un auge meteórico, la compañía se había enfrentado durante años a una crisis interna y económica que la dejó en una situación de alto riesgo. La repesca de Steve Jobs, por suerte, invirtió esa situación y llevó a Apple al podium de las compañías más innovadoras y potentes del sector tecnológico.
En ese camino tras la recuperación de Steve Jobs, uno de los primeros puntos de inflexión fue el lanzamiento del iPod. Ocurrió en octubre de 2001 —hace justo quince años—, y, desde entonces, la industria musical cambió para siempre.
Apple dejó de ofrecer los datos de la gama iPod a partir del FY2015.
Aquel pequeño dispositivo, concebido por Jobs, Rubinstein, Fadell y Ive, ofrecía una capacidad de 5 GB para almacenar canciones —según Apple, suficiente para almacenar 1.000 canciones—. Su batería, asimismo, alcanzaba las 10 horas. Y, cómo no, funcionaba a la perfección con el software de escritorio iTunes —y todas las tiendas asociadas al mismo—.
Con el paso de los años, llegaron nuevos modelos con click wheel táctiles, mayores capacidades, compatibilidad con Windows, pantallas en color, mayor autonomía y nuevas interfaces. Asimismo, se lanzaron nuevas variantes: iPod Mini, iPod nano, iPod touch y iPod Shuffle eran algunos de los nombres. Estos nuevos integrantes expandían las posibilidades y los nichos de mercado cubiertos por la familia iPod.
La campaña de las sombras fue una de las más exitosas e icónicas de Apple.
La expansión llevó al iPod …