Sin duda el monumento emblemático de Querétaro es su acueducto construido en el siglo XVII, cualquier persona que vaya a esa bella ciudad, quedará impresionada por su majestuosidad, pero los investigadores del INAH han descubierto que esos arcos no fueron la primera obra hidráulica para los queretanos.
Hacia finales del siglo XVI la ciudad de Querétaro contaba con una acequia principal o madre que abarcaba 1500 metros de longitud y cruzaba la ciudad de extremo a extremo, esta acequia permitía llevar el agua a los huertos, conventos y casas. Este hallazgo se localiza en el Real Colegio de Niñas de Santa Rosa de Viterbo, en el área del huerto.
Los arqueólogos trabajan ahora para liberar y consolidar esta antigua obra hidráulica de manera que pueda ser apreciado por los queretanos y sus múltiples visitantes en conjunto con otras importantes sedes culturales como el Centro de las Artes de Querétaro o el Instittco Queretano de la Cultura y las Artes que se encuentran en la misma Zona de Monumentos Históricos.
De conductora de aguas limpias a receptora de aguas sucias
Hasta ahora el arqueólogo Daniel Valencia Cruz y su equipo han logrado exponer 45 metros de esta acequia y han podido conocer la forma en que fue construida. El propósito de la acequia madre era recibir las aguas del río Querétaro y distribuirlas a través de un canal excavado en el suelo. Tuvo que pasar un tiempo para que esta construcción dejara de ser de tierra y fuera cubierta por …