Los efectos de la contaminación industrial comenzaron mucho antes de lo que pensábamos. Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences demuestra que durante el Imperio Romano la exposición al plomo alcanzó 3,4 microgramos por decilitro en sangre, afectando al desarrollo cognitivo de toda la población.Un equipo internacional de científicos ha analizado muestras de hielo del Ártico para determinar los niveles históricos de contaminación. Según el estudio publicado en Popular Science, la pérdida media de coeficiente intelectual fue de entre 2,5 y 3 puntos durante la Pax Romana, un periodo de aproximadamente 200 años entre el 27 a.C. y el 180 d.C.La contaminación romana provocó daños cerebrales que pudieron influir en su caídaAlgunos historiadores han relacionado el comportamiento errático de emperadores como Calígula y Nerón con el envenenamiento por plomo. La principal fuente de contaminación provenía de la minería y fundición de galena, mineral usado para obtener plata. Los modelos atmosféricos bidireccionales revelaron patrones tanto desde el sur de España como desde fuentes dispersas por el imperio.Un fascinante mapa interactivo del Imperio Romano nos permite comprender la magnitud del territorio afectado. Durante la Pax Romana, los niveles de contaminación alcanzaron un tercio de los registrados en el siglo XX durante el apogeo de la gasolina con plomo.La exposición no solo provenía del aire. Los romanos empleaban este metal en su día a día, desde las cañerías hasta los utensilios de cocina. Los enemigos del Imperio aprovecharon esta debilidad, mientras la toxicidad acumulada afectaba especialmente a las …