A finales de los años noventa, Apple estaba cerca de la bancarrota. Steve Jobs había regresado, pero la empresa estaba en pleno proceso de transformación. Justo ahí entra en escena Mike Slade, un ejecutivo que ya había dejado huella en Microsoft (1983-1990), donde fue clave en el lanzamiento de productos como Excel, Works y la primera versión de Office.
Dirigió la línea de software para Macintosh, fue director de marketing corporativo y aprendió el valor de equipos pequeños. Fue aquí cuando Steve Jobs le reclamó como asesor de confianza, consciente de que necesitaba algo más que genios técnicos: hacía falta alguien capaz de ver el tablero completo y decir las cosas tal como eran, sin importar el cargo.
Un consultor sin agenda y una Apple en busca del rumbo
Antes de llegar a Apple, fue presidente y fundador de Starwave: la empresa que construyó ESPN.com y revolucionó la forma en la que el deporte se consume en internet. Ese "emporio deportivo digital" (tras ser adquirido por Disney en 1998), Mike Slade estuvo detrás de lo que hoy conocemos como ESPN.com, el mayor portal de información deportiva del mundo.
Fue en ese mismo año cuando Mike Slade se unió al equipo ejecutivo de Apple, en noviembre de 1998. No lo hizo como directivo convencional, ni como empleado a tiempo completo. Acordó con Jobs que viajaría desde Seattle dos días por semana: lunes y martes. Asistía a las reuniones decisivas (la ejecutiva de los …