No, los colores que se pueden ver por Internet al buscar el Golfo de Alaska no se deben al choque "entre dos mares". Pero, alguna explicación ha de haber, ¿no? Hoy os desgranamos el mito y la realidad que hay detrás.
Paseando por Internet puede que te hayas topado alguna vez con una imagen como la de más arriba. Es una imagen de lo más impresionante: dos mares, el Báltico y el Mar del Norte, dos masas de agua de proporciones colosales luchando la una contra la otra, sin mezclarse. Sus diferencias son tantas que crean una barrera entre sí, visible a simple vista. Es lógico, ¿verdad? No es difícil imaginar que dos mares de procedencia tan distinta no puedan fundir sus aguas y permanezcan en contacto, pero diferenciados constantemente durante meses y meses, ¿no? Pues no. En realidad, el fruto de esta diferencia de masas no está en los dos mares. Y aunque es cierto que el agua no se mezcla tan fácilmente, al final, el tiempo lo arregla todo. Hoy destapamos el falso mito del Golfo de Alaska.
Los Eddies del Golfo de Alaska
El mito dice así: el Golfo de Alaska es un lugar donde la presencia de las aguas procedentes de dos mares, el Báltico y el Mar del Norte, provoca un fenómeno inusual. Sus aguas son tan distintas que chocan en su naturaleza, sin llegar a mezclarse. Por eso, las dos aguas de estos mares, en algunos puntos, llegan a verse enfrentadas, como si fuesen dos aguas con …