A principios de la década de 2010, Apple se topó con un problema que dañaría su reputación: demasiada gente quería sus iPhone. Tantos, que no daban abasto. Tal era la fiebre que destaparon una economía paralela de revendedores dispuestos a cubrir y explotar esa insaciable demanda.
Pero el problema no era solo el contrabando, sino el ingenio que había en sus métodos. En su ambición por querer ganar más y más, los llamados "vacas amarillas" idearon un fraude tan sofisticado que acabó por colapsar la política de reparaciones de Apple. Un caso del que se hace eco Patrick McGee en el libro 'Apple in China' y que terminó alcanzando incluso al gobierno chino, obligando a Tim Cook a disculparse públicamente.
Así nació el contrabando de iPhone estadounidenses en China
Imagen generada con DALL-E 3
Corría el año 2013 y el dominio de Apple en el sector de la telefonía era ya aplastante. Solamente en el último trimestre del año anterior había logrado vender casi 27 millones de iPhone. La fiebre se había extendido por todo el globo y especialmente en China.
La compañía no lograba satisfacer la altísima demanda de iPhone que recibía y eso es algo que supieron aprovechar los "vacas amarillas", que es como se denominó a todos los agentes que crearon un mercado paralelo de contrabando de iPhone en China. Incluso montaron una cadena de Apple Store falsas repartidas por las principales ciudades del país.
Con idea de escalar …