¿Y si perder la conexión no fuera una tragedia, sino una oportunidad? Este artículo invita a reflexionar sobre el placer inesperado que puede surgir cuando se apaga la pantalla y vuelve el cara a cara. Desde apagones domésticos hasta la saturación de TikTok, descubre por qué desconectarse, a veces, nos reconecta con lo esencial.