En las cercanías del estrecho de Puget, Washington, un monumento a la industrialización, ingeniería y aviación, encuentra su descanso. Se trata de la fabrica Boeing Everett, un complejo industrial inaugurado en 1967 que cubre un área de casi 400 mil metros cuadrados y un volumen con la capacidad de albergar más de 13 mil 385 millones de litros.

Este mastodonte industrial, que cuenta con unos 30 mil empleados, fue construido con un único propósito: fabricar los aviones más grandes del mundo. Solo un edificio de sus características podía tener ese privilegio y su historia está a la altura de su volumen.

“Si lo construyes, lo compro”

La historia de Boeing Everett comienza en Alaska, donde dos exitosos empresarios, cabezas de sus compañías, cerraron un trato con el usual apretón de manos. Juan Trippe, cabeza de Pan American World Airlines, y William Allen, presidente de Boeing Company, eran amigos de toda la vida y juntos fueron dando forma a un ambicioso proyecto: ensamblar el Boeing 747 (el cual, por cierto, puedes volar en 'Microsoft Flight Simulator').

La fantasía de crear el avión más grande de su tiempo estaba por dejar de ser solo una idea y el trato se cerró con un fantástico intercambio de palabras: “Si lo construyes, lo compro.”, diría Trippe, “Si compras, lo construyo”, sería la respuesta de Allen. Y con ello, la fantasía comenzaba a hacerse realidad. Solo hacía falta construir una fabrica para dar forma a los colosales …