El humo cubre el cielo, miles de hectáreas se consumen y familias enteras lo han perdido todo. Pero lo más alarmante no es el fuego en sí, sino la falta de acción. Mientras las llamas arrasan con todo a su paso, las decisiones políticas recientes han dejado el camino libre para la catástrofe. ¿Quién se beneficia de este desastre?