Durante la I Guerra Mundial, Marie Curie y su hija Irène Joliot-Curie lanzaron una fleta de ambulancias para llevar las unidades de rayos X al frente, que fueron bautizadas como "petites Curie".
Trincheras erizadas de bayonetas, kilómetros de retorcido y herrumbroso alambre de espino, grandes hoyos abiertos en el barro por las bombas, sembrados de… Seguir leyendo...