El descubrimiento de tres enterramientos cristianos en pleno desierto del Néguev, con figuras talladas en ébano y hueso que representan rasgos africanos, ha dejado perplejos a los arqueólogos. Estas piezas, inusualmente elaboradas, no solo plantean nuevas preguntas sobre las migraciones antiguas, sino que también evidencian rutas comerciales transcontinentales milenarias