Ponerse en los ojos de un águila puede parecer fácil, pero Eagle Flight lo convierte en todo un desafío y una de las mejores oportunidades para sacar partido a la realidad virtual.
La primera apuesta seria y comercial de Ubisoft por el VR la conocimos en el E3 de este año. No se trataba de una propuesta ambiciosa como otras que hemos tenido la oportunidad de probar, más bien de un título sencillo con un buen componente cooperativo y online que apostaba más por la diversión rápida sin complicaciones que por un baluarte técnico sin precedentes.
Todo lo que vimos nos gustó, pero queríamos probar cómo iba a funcionar un título en un entorno real doméstico, no controlado por la compañía y con una gafas de gama media como las de Sony, nada de lo más puntero como Oculus o VIVE. ¿Y qué nos hemos encontrado? Uno de los títulos más divertidos que hemos jugado en VR: sencillo, fresco y, sobre todo, suficiente para ver las posibilidades de los títulos menos exigente para el jugador medio.
Sobre el papel, Eagle Flight nos ofrece la oportunidad de una suerte de competitivo entre dos grupos de pájaros que luchan por su presa sobre un París recreado con todas las licencias que podamos imaginarnos. El juego nos sitúa 50 años después de que los humanos desaparecieran de la Tierra y en un París donde la naturaleza y los animales se han abierto paso. Nos pone en los ojos de un águila y nos propone sobrevolar por …