Cuando pensamos en Dragon Ball: Evolution, es inevitable asociarla con una de las peores adaptaciones cinematográficas de la historia. Este fallido intento de llevar al live-action la obra de Akira Toriyama, careció de fidelidad al material original. Sin embargo, entre tantos desaciertos, hay un aspecto rescatable: sus locaciones. Pocos lo recuerdan, pero las aventuras de Goku en esta película se filmaron en México.
Entre un elenco desatinado, una historia transformada en una aventura adolescente genérica, un villano con pésimo maquillaje y motivaciones sin sentido, la cinta no fue más que una falta de respeto para los fanáticos de la franquicia. Pese a ello, se llevó a cabo en escenarios que van de lo tradicional, a lo moderno y lo rústico para asimilar aquel universo del manga. ¿Cuáles son y cómo lucen hoy? Vamos por partes.
Durango
Parque Natural Mexiquillo. Ubicado en el estado del norte, esta zona que mezcla terrenos desérticos y boscosos se caracteriza por sus inigualables formaciones rocosas. Con sus 13,475 hectáreas, Mexiquillo se consagra como un destino turístico. Dentro del metraje, fue utilizado para recrear el templo de piedra donde Milk y otros jóvenes entrenan artes marciales.
Palenque de Gómez Palacio. Utilizado para conciertos y eventos de entretenimiento, el recinto ubicado en la capital del estado aquella vez se convirtió en la sede el torneo de artes marciales, Toisan. En el mismo sitio en el que se han presentado artistas como Pepe Aguilar …