Sanal Edamaruku lleva dos años viviendo en el exilio. Si regresa a su país natal, La India, puede acabar con sus huesos en la cárcel o incluso asesinado. El crimen de Edamaruku es haber señalado a un grupo de devotos católicos que el agua que estaban bebiendo de los pies de un Cristo milagroso en realidad provenía de una tubería de desagüe rota.Read more...