Hace unas cuantas horas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó los ataques ciberataques a aquellas entidades extrañas que quisieran o tuvieran la intención de dañar la paz del país.
La idea por la que se llevó a cabo esta implementación, surgió para proteger la infraestructura estadounidense de países como Rusia, China, Irán y Corea del Norte, que según Trump, son los principales enemigos del país.
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De acuerdo a ello, las agencias norteamericanas podrán contratacar los hackeos o intentos dé, con ciberataques más poderosos, todo bajo la premisa de hacer del Internet un lugar pacífico y regulado.
Para dar a conocer esta nueva orden, el consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, salió a dar una rueda de prensa, donde explicó cómo se desarrollarán los ciberataques y el propósito de éstos:

“Vamos a hacer muchas cosas ofensivamente y creo que nuestros adversarios deben saberlo (…) Identificaremos, contrarrestaremos y disuadiremos el comportamiento en el ciberespacio que es desestabilizador y contrario a los intereses nacionales (…) América inventó Internet. Ha traído prosperidad y productividad a las vidas estadounidenses y a las de todo el mundo.
En el futuro debemos hacer más para garantizar que sea seguro y siga siendo un motor del crecimiento estadounidense”.

De acuerdo con sus palabras, se entiende que los órganos competentes del país podrán identificar, contrarrestar, desmantelar, degradar y disuadir todas las acciones que pueden afectar o desestabilizar los intereses nacionales.
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