La digitalización será la llave encargada de abrirnos la puerta de la cuarta revolución industrial. Esta nueva revolución, al igual que la electrificación, revolucionará sectores como la industria, la energía, las infraestructuras o el transporte. La actuación rápida y efectiva de empresas privadas y administraciones públicas permitirán sacar el máximo partido de esta nueva realidad.
El 40% de las empresas que no se digitalicen desaparecerán
Según un estudio de la Universidad Técnica de Múnich, en 2030 la demanda energética mundial aumentará un 50% y para poder cubrir estas necesidades, se estima que habrá que construir más centrales, que contaminarán 3.500 megatoneladas más. Conseguir una reducción en las emisiones de CO2 es uno de los principales retos a los que se enfrentan las ciudades del futuro, smartcities. La eficiencia energética en los edificios es una de las piezas más importantes en la tarea de reducir el consumo energético, y la mejora de los transportes, dotándolos de inteligencia y motores eléctricos con los más modernos puestos de recarga, reducirá notablemente la contaminación.
Se espera que para 2050 la inmensa mayoría de la población mundial viva en macrociudades, grandes urbes con decenas de millones de habitantes. Ante tal ingente número de personas, sino queremos que los recursos escaseen, necesitamos aupar a la industria a una nueva revolución 4.0 gracias a la digitalización, haciéndola más rápida, eficiente e inteligente. Como se ha debatido durante los Siemens Days, celebrados recientemente, la dotación de inteligencia por parte de máquinas a la industria no significará una reducción del …