Hace un par de semanas, se confrontaron los chatbots de Netflix y Cinepólis, un duelo que sacó a relucir la manera en que se manejaban respecto a la audiencia, tanto en velocidad como en utilidad y accesibilidad, sin embargo no hubo algún ganador, porque ese depende únicamente del público.
Pero lo que sí se puede hacer al respecto, es diferenciar uno de otro, ya que la mayoría de las personas cree que son lo mismo, porque llevan a cabo una misión parecida: solucionar los problemas que se le presenten al usuario que está accediendo a su producto y/o servicio.
Se crea o no, son herramientas totalmente distintas que, si bien son tendencias tecnológicas y nacieron de las necesidades de rapidez y eficacia, no aplican para un segmento similar y por ende, no tienen tantas semejanzas como comúnmente se cree.
Lo bueno, lo malo y lo feo: Asistentes virtuales
Antes de comenzar a enlistar las diferencias que radican entre ellos, se debe saber que el único parecido que tienen, es la eficiencia con la que realizan su trabajo, lo cual puede verse reflejado en las millones de personas alrededor del mundo que hacen uso de ellas para facilitar sus tareas diarias o para contestar dudas que precisan de una respuesta concreta.
Una vez destacada esa situación, se debe saber que existen tres grandes distinciones entre uno y otro que engloban lo que hace único a cada uno.

Desarrollo

La principal diferencia entre los chatbots y los asistentes virtuales surge aquí, en la manera en que fueron …