El lunes por la mañana, por los pasillos de una escuela secundaria de Miami-Dade, había una joven con una mochila al hombro y un skate bajo el brazo repartiendo al resto de estudiantes flyers con su cuenta de Instagram. Ocurre que Audrey Francisquini no era en realidad una estudiante. De hecho, ni siquiera era una…Read more...