El pasado mes de marzo, los administradores de Raccoon Stealer (una popular solución de 'malware as a service' por la que los delincuentes pagaban 200 $ al mes para realizar robos de datos privados) anunciaron a sus usuarios que el servicio cerraba sus puertas porque la invasión rusa de Ucrania había provocado que su desarrollador principal "ya no estuviera con nosotros".
Huir del reclutamiento, caer en el encarcelamiento
No es que hubiera muerto: en realidad dicho desarrollador había huido de Ucrania semanas antes para no tener que enrolarse de manera forzosa en el Ejército. En los primeros días de la invasión se había montado en su Porsche Cayenne junto a su novia, sobornó a los guardias fronterizos y horas después la señal de su móvil había reaparecido en Polonia.
Y es que las autoridades europeas y estadounidenses ya iban tras su pista y tenían 'intervenida' su cuenta en iCloud. La persona a la que estaban siguiendo se llamaba Mark Sokolovsky: se trata de un joven de 26 años, natural de la ciudad ucraniana de Kharkiv y, una vez huido de su país, estaba decidido a viajar y conocer mundo.
Pero esto ocurrió en febrero: en ese momento, Raccoon Stealer seguía activo. Su cierre no tuvo que ver con la huida, sino con lo que pasó después: Sokolovsky fue detenido en Ámsterdam a petición de las autoridades estadounidenses (efectivamente, estar en la cárcel cuenta como "no estar entre nosotros").
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