No fue amor a primera vista. Cuando encendí por primera vez mi nuevo iPhone y noté la ausencia del conmutador de silencio algo se removió dentro de mí. No quiero que suene muy trascendental, pero perder ese pequeño gesto ya tan automatizado en mi rutina no era algo que me agradase. En su lugar, un botón que creía conocer y no me gustaba. En realidad, no sabía nada de él.
Con el paso de los días, la curiosidad fue ganando terreno. Lo que empezó como un experimento por simple inquietud terminó transformando mi forma de usar el iPhone. Tras varios intentos, por fin he averiguado la clave para que el botón de acción se convierta en una herramienta útil.
Mi primer paseo por las opciones predeterminadas
Reconozco que soy un clásico. De esos que se llevan las manos a la cabeza cuando Apple cambia la estética clásica del iPhone o cuando retiran de este un elemento tan icónico como el conmutador para silenciarlo. Sé que llegó hace ya casi dos años con los iPhone 15 Pro, pero como yo venía de un iPhone 13 Pro Max, mi primer impacto fue hace solo unos meses cuando estrené un iPhone 16 Plus.
Podía ignorar ese botón -de hecho tiene una opción que le deja sin funcionalidad alguna-, pero ya que estaba, creí que era mejor usarlo. No me rompí los sesos y lo primero que hice fue configurar el clásico modo de activar/desactivar el …