Por José María López para Think Big. Inteligencia artificial y traducción. Parecen dos cosas incompatibles, pues la lengua es uno de los inventos humanos más destacables. Sin embargo, esta tecnología nos permite conocer el significado de palabras y frases en cuestión de segundos, y mejorando las traducciones con cada nueva tarea.
La competencia es feroz, ya que Google, Microsoft y otros cuentan con tecnología muy avanzada y compatible con más de 100 idiomas. Pero DeepL apuesta por la calidad frente a la cantidad para ofrecer el mejor resultado en el menor tiempo posible.
Compatible con inglés, alemán, francés, español, italiano, holandés y polaco, DeepL es accesible gratuitamente desde cualquier navegador web y ofrece traducciones inmediatas.
Y, como novedad, DeepL cuenta a partir de ahora con su versión profesional, DeepL Pro, que permite emplear la API de DeepL, es decir, su tecnología de traducción en aplicaciones de terceros.
Infinitas posibilidades
Una cosa es emplear DeepL para traducir un texto y otra aprovechar su API para emplearla en múltiples usos, más allá de su versión online.
La primera posibilidad es obvia, la traducción en tiempo real, ya que la respuesta de DeepL es muy rápida y su supercomputador dedicado procesa un millón de palabras por segundo. Imagina combinar eso con auriculares para traducir lo que te están diciendo, o un cartel que enfocas con la cámara de tu smartphone.
La disponibilidad de la API de DeepL a través de DeepL Pro permite integrar este traductor inteligente en cualquier código de software: aplicaciones web, apps móviles, programas de escritorio, e …