Imagine que está navegando por internet y, de repente, encuentra una noticia en cuyo titular se afirma que el líder de Vox, Santiago Abascal, está a favor de realizar un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Que, una vez superado el pasmo inicial, hace «click» y encuentra que, junto al cuerpo del artículo, va adjunto un vídeo en el que aparece el diputado reafirmándose en la importancia de que los catalanes decidan su futuro y, si lo desean, se conviertan en un Estado autónomo. Parece increíble, ¿verdad? Cosa de ciencia ficción.
Pues bien, el principal problema, más allá de que el vídeo sea falso, que atendiendo a la trayectoria de Abascal, sin duda, lo es; lo encontramos cuando nos damos cuenta de que no hace falta ser una lumbrera de la informática para poner al líder político de turno a decir cualquier cosa. Y es que la creación de «deepfakes» está cada vez al alcance de más usuarios. De hecho, la firma de ciberseguridad danesa Deeptrace, en un estudio publicado en octubre del año pasado, señalaba que el fenómeno de los ultrafalsos estaba creciendo rápidamente y que durante los siete primeros meses de 2019 habían detectado 14.678, un número que casi duplicaba el del periodo precedente.
«Los deepfakes son falsificaciones de material de vídeo o audio cuyo alto nivel técnico los hace creíbles. Utilizando este tipo de tecnología, es posible crear material audiovisual falso de personalidades o gente famosa con contenido completamente arbitrario. Se ha ido publicando software que facilita …