Los últimos años en Francia han sido duros en cuanto a atentados se refiere. Desde 1980, y en nombre del islamismo radical, se han sucedido uno tras otro.
El atentado perpetrado en Niza durante la celebración de la Fiesta Nacional, el 14 de julio, ha vuelto a despertar el temor entre los ciudadanos del mundo, de Europa y, sobre todo, de Francia. Las medidas de seguridad, impuestas tras los atentados de París y Bruselas, poco han podido hacer para evitar la situación. El resultado ha sido cientos de personas heridas y 84 fallecidos por el momento.
De nuevo, las voces se han alzado contra la violencia y los atentados y, más concretamente, contra la amenaza yihadista. Sin embargo, hasta el momento, no se tiene constancia ni evidencia clara de que este suceso haya estado organizado directamente por la cúpula del DAESH. Todo parece apuntar a que, efectivamente, así es: Niza es uno de los núcleos fuertes de la población musulmana en Francia y está considerada como una de las cunas del radicalismo yihadista. Ciertos textos, vinculados a las primeras publicaciones de Al Qaeda, instaban a que usar camiones y calzadas peatonales como arma y objetivo eran una opción factible en caso de querer actuar en nombre de Alá. Y no es la primera vez que se ha recurrido a ellos. Aunque en esta ocasión, la coincidencia podría ser la clave. De nuevo, no existen evidencias en cuanto a la vinculación de los hecho con el terrorismo islámico.
Pero sea como fuere, el terror …