En la década de los ochenta, la ciudad de Shenzhen estaba repleta de campesinos y pescadores. Hoy, en cambio, es una de las ciudades de mayor crecimiento del mundo.
Con la llegada de Deng Xiaoping al poder, China inició múltiples reformas a nivel económico y social. Entre ellas: la entrada de capital extranjero y la comercialización con otros países. Esto permitió al país alcanzar unas cotas de crecimiento muy elevadas, revelándose como una de las futuras potencias económicas del mundo.
Shenzhen paso de 30.000 habitantes a más de 10 millones en treinta añosComo parte de esas reformas, Shenzhen, una pequeña localidad de 30.000 habitantes situada a treinta kilómetros de Hong Kong, fue declarada como “Zona Económica Especial”. El objetivo era sencillo: atraer a la fortuna de Hong Kong y desarrollar un nuevo epicentro económico en China. Para ello, abrió la puerta a las inversiones extranjeras y, por consiguiente, al crecimiento económico de la ciudad.
Shenzhen llegó así a alcanzar más de diez millones de habitantes en unos treinta años —18 millones si recogemos el área metropolitana—. Se convirtió en el epicentro tecnológico del país: Huawei y ZTE tienen sus sedes en Shenzhen; Apple, Foxconn y otros gigantes tecnológicos ya están desarrollando sus primeros centros de innovación y producción en la región; y, cómo no, miles de startups dan sus primeros pasos en incubadoras de Shenzhen. Muchos ya comienzan a identificar a Shenzhen como “el Silicon Valley chino”.
Deng Xiaoping.
La proximidad a Hong Kong es determinante en el crecimiento de Shenzhen. La antigua colonia británica, …