Usa una contraseña larga con letras, números y signos. No uses tu nombre, ni la fecha de tu cumpleaños. Tampoco uses la misma contraseña para todo. Estos consejos, que se toman como el Santo Grial en la lucha contra los ciberdelincuentes sólo nos defienden en realidad ante ataques por fuerza bruta —realizar muchos intentos de inicio de sesión— o los intentos más evidentes de ingeniería social.
La ingeniería social es la técnica que usan los ciberdelincuentes para acceder a nuestra información y datos de inicio de sesión explotando el eslabón más débil de la cadena: nosotros, los usuarios. Porque cuando se habla de "hackeos" se suele hablar en realidad de delincuentes que acceden a los datos de los usuarios mediante engaños, no códigos maestros metidos en una terminal a lo CSI en dos o tres segundos.
Pasó en 2014, con la famosa filtración de fotos de famosas. Se descartó, pese al pánico inicial, que los hackers comprometiesen los servidores de Dropbox o iCloud. Fueron los afectados quienes, sin darse cuenta, facilitaron su email y contraseña para iniciar sesión. Esta técnica se conoce como "phishing" y consiste en replicar el formulario de acceso sin que el usuario perciba la trampa. Y cada vez son más elaborados los intentos porque cada vez es más jugosa, para los delincuentes, la información que guardamos en nuestros correos y redes sociales.
Este miércoles, un usuario del Reddit detectó un email que procedía de una cuenta que conocía y que enlazaba a un Google …