A pesar de los muchos esfuerzos, la tarea de encontrar una sola relación entre nuestra genética, la información que nos hace lo que somos, y el comportamiento ha sido infructuosa. Por ahora.
Desde que se descubrió y se leyó por vez primera el contenido de nuestro ADN, la búsqueda de respuestas en él se ha convertido en algo frenético. Si somos genes y los genes pueden cambiarse, ¿podemos cambiar nosotros mismos? Lo primero que aprendimos ante estas preguntas es que la relación entre genética y comportamiento no es nada, nada sencilla. Pero eso no ha desanimado a toda una legión de genetistas y estudiosos del comportamiento que tratan de desentrañar los secretos que guardamos en nuestro interior. A su vez, otro gran ejército mira con escepticismo mientras murmura "somos lo que somos porque aprendemos". ¿Qué le debemos a nuestros genes? ¿Qué aprendemos a pesar de ellos? La respuesta no será simple ni al gusto de todos.
El juego de niveles
El ADN es una cadena increíblemente larga que se traduce en un código. Este código se combina en "triadas" de bases que expresan una molécula llamada aminoácido. Estos aminoácidos son los "ladrillos" de cualquier proteína. Es decir, son las unidades más pequeñas con las que contamos para formarlo todo. Las células y todo lo que hacen es gracias a las proteínas y otras moléculas. El conjunto de células forman los tejidos, como la piel, el hígado o el cerebro. Ese conjunto de tejidos es lo que somos. Acabamos de hacer un salto increíble …