El Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia es el idóneo para repasar en qué lugares la diversidad sexual está más perseguida.
Considerar todo lo que se salga de la heterosexualidad algo “no natural” o incluso “contra natura”, cosa que ha ocurrido durante milenios en todo el mundo y que sigue ocurriendo en gran parte del mismo, es un buen ejemplo de lo poco preparados y habituados que estamos para luchar contra nuestros prejuicios y simplificaciones, y a procurar un pensamiento lógico, riguroso y tendente a la ciencia. Y, si a esto unimos la pretensión de controlar hasta las relaciones íntimas de las personas por parte de la sociedad o del poder, nos encontramos con el reino de la intolerancia, que muchas veces conduce a la violencia contra el diferente, y el terror del totalitarismo.
Las esferas de la sexualidad humana
Existe, y todos lo sabemos, una visión simplista que buena parte de la población alberga acerca de la sexualidad, esa que básicamente relaciona sexo, orientación sexual y reproducción en un bloque monolítico y heterocéntrico: lo único natural y aceptable es que a los hombres se sientan atraídos por las mujeres y que las mujeres se sientan atraídas por los hombres pues, en caso contrario, la reproducción resulta imposible. Así, cualquier inclinación que se salga de este esquema debe ser calificada de aberrante. Pero esto, faltaría más, es erróneo, y la discriminación y la brutalidad que se suele derivar de ello, algo indignante.Esa visión simplista y errónea de la sexualidad …