El turismo espacial comenzó antes de que nos diéramos cuenta. Pero, ¿cuándo podremos disfrutarlo los comunes mortales? Y con esto nos referimos a la gente con un bolsillo normal.
En realidad esta pregunta tiene trampa: ¡ya podemos! Sí, el turismo espacial ya dio su pistoletazo de salida en 2001, cuando el multimillonario Dennis Tito viajó a la Estación Espacial Internacional. Con esta operación, Tito se convirtió en el primer "turista espacial", pues, a pesar de ser ingeniero y colaborar con la NASA en varios diseños, no era miembro de esta agencia ni ninguna otra, sino un civil. Pero no fue el único turista espacial. Aunque en todos se puede apreciar un detalle característico que hace que la cuestión sea inaccesible para el común de los mortales: son "muchibillonarios". Al fin y al cabo, un viaje espacial no es nada, nada barato. Pero, ¿cuándo podremos tocar las estrellas los demás?
El espacio comercial
Repensemos eso de turismo espacial. En primer lugar, debemos definirlo, ¿no? Podríamos dividir el turismo propiamente espacial en tres tipos de experiencias. La primera es disfrutar de la microgravedad, a secas. La segunda es poner el pie en una estación espacial y vivir como un auténtico astronauta. La tercera y última consiste en jugar a "No Man's Sky" (o Elite Dangerous, mas bien) pero en la realidad. Por economía y recursos, así como esfuerzos, este sería el orden adecuado, de más fácil a más difícil. La primera consiste en montarse en un Jet y sentir como la gravedad se "anula" gracias …