Las PCs siguen ocupando un lugar fundamental en las vidas de los usuarios de todo el mundo. Pese a que tanto tablets como smartphones han ido ganando con el tiempo muchas posibilidades de uso, la PC continúa siendo el actor fundamental en lo que se refiere no sólo a empresas, sino a cualquier tarea de productividad dentro o fuera de casa. Con la madurez que otorgan sus más de 30 años de historia, no hay tarea que no puedan llevar a cabo, siempre que la máquina sea capaz y no esté obsoleta.
Algo está claro, las necesidades entre profesionales nunca son iguales. Si algo existe en el mercado es diversidad, en aficiones, necesidades y usos. Por ejemplo, las PCs con cierta edad son capaces de navegar por la web con fluidez, pero en el momento en que las páginas comienzan a estar muy recargadas, con lenguajes modernos y, sobre todo, el vídeo impera en redes sociales, medios y blogs, el usuario puede sufrir las consecuencias de la obsolescencia. No se puede hablar en este apartado aún de productividad, pero sí de satisfacción con el producto. Si algo que usan los profesionales de tu empresa cada día en el trabajo hace su experiencia frustrante, y ya has probado todas las soluciones al alcance de tu mano, es momento de renovar tus equipos.
Cuando el ocio deja paso al trabajo profesional, tener un PC obsoleto agrava la situación. Ya no puede hablarse de falta de satisfacción, sino de una gran pérdida de productividad …