Hace tan solo unos días salieron a la luz una serie de vulnerabilidades en la seguridad de las redes WiFi conocidas como KRACK, siglas en inglés de reinstalación de clave. El protocolo de seguridad WPA2, utilizado para proteger la gran mayoría de conexiones inalámbricas, había sido «hackeado», comprometiendo la seguridad del tráfico de red WiFi y exponiendo la información personal de millones de usuarios.
La debilidad, identificada por el investigador Mathy Vanhoef, podría afectar al 41% de los dispositivos que funcionan con un sistema operativo Android, como apuntan desde McAfee, en un comunicado. Con la irrupción de estas nuevas amenazas, los ciberdelincuentes podrían aprovechar las vulnerabilidades en la seguridad de las redes inalámbricas para interceptar credenciales de acceso, datos sobre tarjetas de crédito, correos electrónicos o información personal.
Además, y como explican desde la compañía de seguridad, también podrían inyectar «ransomware» -«malware» que cifra los equipos pide un rescate- u otro contenido malicioso en un sitio web, lo que significa que incluso un sitio web confiable podría estar ofreciendo un enlace o anuncio que realmente conduce a un programa u otro contenido malicioso.
Mantener oculta la dirección IP
En un mundo cada vez más conectado, los usuarios necesitan sentirse protegidos. No en vano, una vez que un cibercriminal tiene acceso a una red inalámbrica, las posibilidades de «hackeo» son prácticamente infinitas. Pero, ¿cómo pueden los usuarios protegerse de estos ataques y conectarse a la red de forma segura? Desde McAfee aconsejan a los usuarios mantener oculta su dirección IP mientras se …