El cambio de Nexus a Pixel por parte de Google va a ayudar a que su línea de smartphones se libre de unas expectativas perennes sobre precios bajos. La confirmación de que lo que entendimos por "Nexus" hace unos años fue un modelo temporal.
En la escena final de Annie Hall, su director y protagonista, Woody Allen, recordaba un chiste:Un hombre va al psiquiatra y le dice "mi hermano está loco, se cree una gallina". El psiquiatra le responde: "¿por qué no lo lleva al manicomio?". Y el hombre le replica: "Lo haría, pero me hacen falta los huevos".
El consumidor tecnológico avezado lleva años con este mismo problema: sabe que "Nexus" no significa "barato", y que tarde o temprano tendría que asumir que lo que ocurrió en 2012 y 2013 fue algo puntual, no la regla a seguir. Pero necesitaba los huevos.
Traducido: era demasiado bonita la idea de tener smartphones más que decentes a precios menos que irrisorios (Nexus 4 y sobre todo Nexus 5), actualizados por Google de forma casi inmediata a la liberación de cada nuevo Android, como para admitirse a uno mismo que ese escenario tenía más tintes de fallo en Matrix que de patrón para la industria.Otro hecho ha estado jugando en contra de la memoria colectiva del consumidor tecnológico. Puntualizamos: "consumidores tecnológicos", felizmente, ya somos todos, así que distinguiremos entre "con devoción por el cacharreo" (los que nos ocupan) y "con devaneos a la hora de cambiar de móvil". Para los primeros, es …