A las 12.33h del lunes 28 de abril de 2025 empezó una realidad con tintes de ciencia ficción. Todo se apagó. No solo la luz, también ese pequeño zumbido del Mac mini y monitor que tengo en mi despacho. Ese zumbido que nunca notas hasta que no está. Agarré mi iPhone y aún no sabía que ese gesto daría inicio a una odisea.
De entre las muchas anécdotas que, como tantos otros, viví en el apagón, me quedo con una lección aprendida: la tecnología que esta semana falló, sigue siendo imprescindible. Es algo que ahora valoro en virtud de mis grandes fallos, ya que de haber sido previsor, el día hubiese sido mucho menos desastroso con mi iPhone, iPad y Mac.
La salud de batería no es tan importante
La salud de batería del iPhone es lo que indica qué nivel de desgaste tiene y a medida que baja, nos proporciona una menor autonomía. Obviamente que es importante tratar de alargarla lo máximo posible para que su vida útil se extienda. Sin embargo, en casos como los del apagón, cuidar en exceso la batería puede jugar en tu contra.
Siempre he sido de los que activan la carga optimizada al 80%, convencido de que alargar la vida útil de la batería es clave. Esta función mantiene la carga en torno al 80% y solo se completa al 100% poco antes de la hora en la que lo desenchufemos. El sistema aprende de nuestros hábitos …