Decía Miyamoto que el objetivo de los videojuegos es esencialmente entretener a través de la sorpresa y las experiencias. A lo que habría que añadir que con el paso del tiempo esas experiencias han acabado traspasando lo virtual para llegar a estudiar nuestro comportamiento en el mundo real. Algo así fue lo que ocurrió a raíz de la mayor pandemia que se ha dado en la historia de los videojuegos, cuyas repercusiones acabaron convirtiéndose en objeto de estudios científicos. Y todo empezó en World of Warcraft, en el conocido como el incidente de la Sangre Corrupta.Read more...